Manifiesto

MANIFIESTO SOYSATOSHI — Versión Extendida y Explicativa
Bitcoin nació como un grito cifrado de libertad.
En 2008, mientras el sistema financiero se derrumbaba por su propia codicia, un ser anónimo llamado Satoshi Nakamoto lanzó al mundo un arma pacífica y digital: Bitcoin.
No fue un activo.
No fue una inversión.
Fue un acto de desobediencia criptográfica.
Bitcoin es:
- Un sistema monetario sin dueños.
- Una red sin intermediarios.
- Una tecnología que empodera a los individuos frente al poder de los Estados y los bancos.
Pero con el tiempo, ese mensaje fue silenciado.
Capturado. Manipulado.
Los mismos que provocaron la crisis de 2008 hoy lo usan como otro instrumento financiero más.
La cultura Bitcoin fue reemplazada por marketing financiero y conferencias para millonarios.
Se nos arrebató el sentido.
Hoy, Bitcoin se mina en mega granjas conectadas al sistema.
Se venden productos financieros que prometen «invertir en libertad».
Se llenan bloques con propaganda de políticos.
Se impone la vigilancia del KYC y las custodias centralizadas.
Pero Bitcoin no murió.
Solo lo durmieron.
Por eso nace SOYSATOSHI.
Un movimiento abierto, descentralizado, libre.
Nuestro propósito:
- Recordarle al mundo que Bitcoin es libertad, no finanzas.
- Reafirmar que nació como una red entre pares, sin permisos, sin amos.
- Defender el derecho de cada persona a poseer una parte justa y real de ese sueño.
Nuestra propuesta:
Que cada ser humano en el planeta tenga al menos 3.000 satoshis.
Que los guarde en una wallet sin custodia.
Que los entienda, que los proteja, que los comparta.
No por su valor económico, sino por su valor simbólico y político.
Para que cada uno pueda decir, con convicción:
Yo soy Satoshi.
Cómo lo haremos:
- Difundiendo el mensaje de forma libre y viral.
- Enseñando a usar herramientas libres, seguras y privadas.
- Creando comunidad real, sin líderes, sin marcas, sin sponsors.
- Protegiendo el ethos original de Bitcoin.
Lo que no somos:
- No somos una empresa.
- No somos un producto.
- No somos especulación.
Somos una idea.
Una llama que no se apaga.
Una red humana que resiste.
Vos también podés ser Satoshi.
Solo necesitás 3.000 sats y la voluntad de proteger tu libertad.
Esto no es una campaña.
Es una revolución cultural.
Y ya empezó.
No Comments